Entrevista a Pep Blay
Mucho se ha hablado sobre Bunbury, pero casi nunca de una forma tan cercana y humana como se refleja en “Lo demás es silencio”, biografía escrita por Pep Blay. Un libro ameno y revelador que sirve para conocer mejor al artista tanto desde un prisma personal como musical. Y es que su autor no se ha conformado solo con documentarse y agrupar una serie de datos, sino que se ha lanzado a un viaje de búsqueda y conocimiento, como el protagonista de “El Alquimista” otra gran obra de Paulo Coelho, para intentar descubrir la personalidad de un artista inquieto, pasional y cambiante. Pep ya ha dicho todo lo que tenía que decir sobre Bunbury en su libro, lo demás podrás leerlo en esta entrevista...
¿Cómo surgió la idea de realizar una biografía dedicada a Bunbury y por qué, de entre todos los artistas españoles que hay, lo elegiste a él?
Respuesta: Tras la buena acogida tanto de ventas como de crítica literaria de mis biografías de artistas catalanes como Sopa de Cabra o Els Pets, sugerí yo mismo a mi editora de Random House Mondadori que deseaba atreverme con Bunbury. Le conozco personalmente, le he seguido y admiro su obra. Aunque el periodismo musical es el trabajo que me ha dado de comer durante casi veinte años, siempre he tenido vocación de escritor. Y de los artistas que mejor conozco como para escribir un libro, no hay duda alguna que el que ha tenido una vida más literaria es Enrique.
Según cuentas en el libro, conociste a Bunbury jugando al billar. ¿Podrías contarnos como fue ese momento y que impresión te causó?
Respuesta: Pura casualidad. Fue en el local de Barcelona Abaixadors 10, donde yo tenía que ofrecer un recital de poesía. Allí me encontré con mi amigo Morti, que me presentó a Enrique justo en el momento que estaba jugando al billar con Carlos Ann. Me invitó a añadirme mientras hablábamos de poesía, música y arte, pero puedo asegurar que esa partida no pasará a la historia del billar, precisamente. Por mi parte, mejor dedicarme a la poesía, sin duda. En cambio, me sorprendió positivamente la conversación brillante de Enrique y sus conocimientos de literatura que, para un filólogo de universidad como yo, me parecieron propios de un auténtico devorador de libros. Melómano casi enfermizo, descubrí que sabía de todo tipo de música más que la gran mayoría de periodistas de este país. Me sorprendió su mentalidad tan abierta a todo tipo de estilos y de culturas del mundo entero, y que conociera bien e incluso se mostrara un admirador de cantantes en catalán como Adrià Puntí y Lluís Llach. Era un tipo que sabía de todo, o casi todo.
A través de tu libro realizas un viaje no solo a través de la vida y obra de Bunbury, sino un viaje personal en el que acompañas al artista durante una gira por México o en diferentes momentos de su trabajo, incluso lo visitas en su casa de el Puerto de Santa María en Cádiz. A la hora de plantearte escribir esta biografía, ¿esperabas llegar a todos los sitios en los que has estado o por el contrario fueron surgiendo a medida que ibas avanzando el contenido del libro?
Respuesta: Por supuesto, contaba con pasar por Zaragoza. Imprescindible para entender su vida y su obra. También, por sus experiencias y amistades con Bushido y sus grabaciones en los estudios catalanes de Music Lan, por Barcelona. Madrid entraba en mis planes, sobre todo porque tenía en la cabeza una obsesión por hablar con Pito, el primer manager, estaba convencido que me daría pistas alrededor de sus inicios que ni el mismo Enrique recordaría. Lo que fue una auténtica improvisación, tal y como se relata en el libro, fue la locura de seguirlo de gira en México. Prácticamente de una semana a otra! Visto con la perspectiva del tiempo, ahora tengo claro que fue mi mejor inversión para la biografía: allí le conocí mejor como persona y entendí mejor su carácter y, por tanto, sus reacciones ante las situaciones que se ha encontrado en su carrera. Lo de Puerto de Santa María fue la guinda final. Tampoco estaba planeado, pero ante la posibilidad de hablar con Enrique en su casa y, teniendo en cuenta que a mí me encanta la belleza y la calma de la costa de Cádiz, resultó el lugar idóneo para terminar de construir la biografía.
A parte de abrirte las puertas de su casa e invitarte a acompañarle en su gira por México, ¿en qué más se ha implicado Bunbury en tu libro?
Respuesta: En algo importantísimo: poner a mi servicio su oficina de management para que me abriera las puertas a todas las personas con las que quisiera hablar. Por supuesto, todas estas personas hablaron conmigo con más confianza que con cualquier otro periodista porque contaba con el beneplácito de Enrique. Sus padres, sus amigos íntimos, sus músicos más cercanos, sus mánagers…
Lo que sí está claro, y más tratándose de Bunbury, es que a medida que se escriben las páginas de su vida es difícil prever cual va a ser su siguiente movimiento. ¿Qué fue lo más difícil a la hora de escribir el libro?
Respuesta: Probablemente, encontrar el equilibrio justo para describir con el máximo de objetividad las decisiones difíciles que ha tomado Enrique en su carrera y sus consecuencias, como la disolución de Héroes y el Huracán Ambulante. Nunca quise hacer una hagiografía (vida de santos), sino una biografía, con sus luces y claroscuros.
¿Hubo algún momento en el que pensaste abandonar el proyecto?
Respuesta: No, pero debo reconocer que lo abandoné temporalmente en dos ocasiones: una, por aceptar un trabajo como guionista de un programa de viajes para televisión, que me pareció una oportunidad única; la otra fue más dura, rompí mi relación de pareja, con la cual me unían, entre otras cosas, nuestras preferencias musicales, y de una manera especial las canciones de Bunbury. Me costó muchos meses volver a escuchar "El viaje a ninguna parte”, y aún ahora me resulta difícil.
A lo largo del libro entrevistas a algunas de las personas que están o han estado relacionadas de alguna forma con Bunbury. ¿A quién te hubiera gustado entrevistar y no has podido?
Respuesta: Por supuesto, a Juan Valdivia, guitarrista de Héroes, y a Tomás Mateo, manager de la primera época de Bunbury en solitario. Los dos me justificaron su no participación por razones personales que me parecieron perfectamente respetables.
¿Y quien ha sido la persona que más te ha impactado con sus testimonios?
Respuesta: Phil Manzanera y Pito, el primer manager. Con Phil entendí perfectamente la manera de grabar que tenían Héroes, su comportamiento en el estudio y las diferencias musicales y artísticas que llevaron al grupo a su disolución. Con Pito, que formaba un tándem muy unido con Enrique, entendí las diferencias personales y de carácter entre Enrique y los demás Héroes, a parte de aportar algunas anécdotas muy esclarecedoras.
¿Ha habido algún capítulo que por falta de espacio no has podido publicar y te hubiera gustado hacerlo? Vamos, alguna anécdota que no aparezca en el libro...
Respuesta: No. Ahora mismo, no me acuerdo. Si realmente hubiera algo importante que dejé en el tintero, me acordaría, ¿no? Creo que 475 páginas de biografía son la prueba que lo he escrito todo lo que merece la pena contar.
¿Qué sentiste cuando después de todo el trabajo que has realizado, al fin viste publicado tu libro?
Respuesta: Grité de emoción. ¡Estaba tan feliz! Adoro los libros, mi casa está llena. Pero ese, llevaba mi nombre. Y junto a él, el de Bunbury, vaya, todo un lujo. Además, como objeto, me gustó mucho, es de ese tipo de libros que apetece leer, releer, manosear, escribir notas, subrayar... ese libro de cabecera que puedes llevar contigo a todas partes.
Tu libro lleva casi dos meses en la calle y está teniendo muy buena aceptación tanto por parte del público como de la crítica. ¿Cuál es tu valoración final?
Respuesta: Sólo puedo decir que en el momento que lo escribí fue el mejor libro que supe hacer sobre Bunbury. Cualquier defecto que le encuentre el lector no responde a ninguna otra razón que a mis incapacidades. Mejor no supe. Por eso estoy satisfecho, porque le saqué el máximo de jugo a mis posibilidades como biógrafo y como escritor.
Incluso has contado con la aprobación de Bunbury en el resultado final. ¿Cuáles han sido sus palabras ante tu trabajo?
Respuesta: Ese fue el SMS que me envió al día siguiente de recibirlo: “He pasado toda la noche leyéndolo hasta acabarlo. Me emocioné, reí y hasta lloré”. Viniendo de Enrique, reacio a leer nada que tenga que ver con él y enemigo de toda muestra de adulación, mejor reacción imposible. Di un salto de alegría que…
Tú que has conocido a Bunbury tanto artística como personalmente, ¿cómo lo describirías?
Respuesta: Inteligente, conversador, brillante, observador. Escucha más que habla y cuando habla lo hace con argumentos. Transversal, renacentista, amplio de miras y, aunque es melómano y sus pensamientos los muestra a través de música, sus influencias también provienen de la poesía, la filosofía, la política, el cine, el arte… Profesional, disciplinado y, ante todo, exigente. Es tan extremadamente exigente consigo mismo que se permite serlo con los demás. Está obsesionado por la calidad. Y por supuesto, un luchador para ser Bunbury con plena libertad, que ha evitado en todo lo posible traicionarse como persona y como artista.
Creo que tu libro engancha desde el principio porque está narrado casi como si fuera una novela, dando saltos y entrelazando acontecimientos que finalmente le dan un sentido a todo. Hace tiempo hubo rumores sobre llevar al cine la historia de Héroes del silencio. ¿Crees que tu libro podría ser una buena referencia para hacer realidad el sueño de ver la vida de Bunbury a través de las grandes pantallas?
Respuesta: Ya me gustaría, ya… Pero humildemente, un libro es un libro. Y un buen guión para una peli, mejor que tenga un planteamiento cinematográfico desde el principio.
Para quien no lo haya comprado todavía, ¿qué le dirías para convencerle?
Respuesta: Bunbury es un personaje de novela: te guste o no te guste su obra, su biografía es una historia apasionante con momentos de gran dramatismo épico: cielos, infiernos, glorias, decepciones, baños de masas, momentos de soledad, triunfos, desapariciones, poesía, sentimientos, amor y desamor...
También has colaborado junto a Bunbury en la versión que grabó de Sopa de cabra “Vida”. ¿Cómo surgió esta colaboración?
Respuesta: Como biógrafo de Sopa de Cabra, el grupo que a finales de los ochenta revolucionó el panorama del rock en lengua catalana (los Tequila catalanes, para entendernos), me encargué de coordinar un disco homenaje cinco años después de su disolución. Aunque Bunbury no les conocía a fondo como Puntí o Llach, sí que eran contemporáneos suyos y yo sabía su sensibilidad por la buena música de todas las culturas del mundo, sin prejuicios lingüísticos, especialmente por aquellos que lo han dado todo por el rock and roll. Así que le sugerí la posibilidad de colaborar en el disco. Curiosamente, se dedicó a escuchar los temas que Sopa de Cabra había escrito en castellano, pero al final optó por versionar uno que estaba escrito en catalán. Decía que en su lengua eran mucho más buenos. Recuerdo su comentario sobre el reconocimiento europeo de Héroes sin tener que cantar en inglés, sino en su propio idioma, en el que mejor expresa sus sentimientos: el español. El rock nace del alma y no para vender el alma, decía.
La aparición de “Lo demás es silencio” ha coincidido también con la publicación de otros dos libros: “El sueño de un destino” de Matías Uribe y “Antes de ser Héroes” de Michel Royo. ¿Has tenido oportunidad de leer estos libros? ¿Qué te han parecido?
Respuesta: Por supuesto que los he leído. Cada uno me ha dado motivos para comprarlo. El de Matías ofrece esa visión de Héroes que tiene aquel sabio que desde los inicios tuvo tan claro que iban a triunfar, que se los hizo casi como algo propio. Lo vive verdaderamente como algo suyo. El de Michel es muy curioso porque permite conocer ese ambiente tan especial a nivel cultural y musical que vivió Zaragoza en los ochenta, ese foco en el que se gestó Héroes. A nivel gráfico, me parecen los dos excelentes. Las fotografías de Clos en “Antes de ser Héroes” son fantásticas.
Ahora me gustaría que me dieras tu opinión sobre Héroes del silencio. ¿Dónde y cuándo fue la primera vez que los viste en concierto? ¿Qué impresión te causaron?
Respuesta: Creo que fue en Reus, en la gira de “Senderos de traición”, aunque en mi memoria está algo turbio. Estuve en alguno más de los inicios, pero si de alguno me acuerdo claramente fue el de la gira de “El espíritu del vino” en el Palau d’Esports de Barcelona. Ahí aluciné con la puesta en escena, especialmente por el saber estar de Bunbury. Nunca había visto una auténtica estrella del rock and roll español como él. Me gustaba la planta de Loquillo, la fuerza emocional de Santiago Auserón con Radio Futura, la estética oscura de Alaska… pero si había alguna estrella de rock de talla internacional, ese era Enrique. Ahí me di cuenta de la fuerza de su directo. Había espectáculo, algo que siempre he agradecido en los conciertos. Entonces me parecían mucho mejores en el escenario que en disco. Tengo que confesar que no me gustaba el exceso de devaneos vocales de Enrique, me parecía que exageraba su voz mucho más de lo que le hacía falta. Me parecía un poseso de su voz y de su personaje. Creo que con el tiempo aprendió a dominar mucho mejor su manera de cantar tan particular. También recuerdo que me parecía espeso “El espíritu del vino”, a mí me iban canciones como “Maldito duende”… Y sobre todo, me acuerdo de los comentarios ácidos que hacían otros periodistas musicales en la barra del bar. Realmente, por los motivos que sean (los intento resolver en mi biografía), la crítica musical de Barcelona y de Madrid les tenían auténtica tirria. Ahora me parece extraño...
¿Qué crees que han aportado Héroes del silencio al panorama musical no solo nacional, sino internacional?
Respuesta: Auténtico rock, lleno de sentimiento. Una estética anglo con una visión poética hispana. Significaron un ejemplo más del éxito de esa fórmula sencilla de cuarteto con voz, guitarra, bajo y batería que, si está hecha por músicos con personalidad propia y con un front-man único, como los U2 o Metallica, tiene todos los puntos para triunfar. Y la voz de Bunbury tiene un sello inconfundible, es esa marca de Héroes que les hace reconocibles al instante suenen donde suenen, en cualquier rincón del mundo.
¿Qué te ha parecido la vuelta a los escenarios de este año?
Respuesta: Brillante. Valió la pena. Yo era muy escéptico, desconfiaba. Hacía demasiados años que no tocaban juntos. Veía a Enrique desde un punto de vista profesional demasiado por encima de los demás, puesto que él había seguido al pie del cañón, prolífico e incansable durante diez años –una cifra muy grande para determinar la experiencia en cualquier profesión, sea la que sea–. Sabía que por motivos económicos no era, puesto que a Enrique nunca le ha faltado de nada, sino todo lo contrario. Pero para mi reflotar el pasado era una equivocación. Héroes estaban bien allá donde estaban, en un rincón de culto de la memoria colectiva. Afortunadamente, me equivocé. Insisto, el resultado fue sensacional, a la altura de los grandes shows de U2 o los Stones. He visto muchos revivals, y puedo asegurar que la gran mayoría son un fiasco. A Sting sólo le faltaba enseñar las cifras de su contrato al público durante sus conciertos de Police…
¿Ves posible una nueva vuelta en un futuro cercano, o crees que todo ha acabado aquí?
Respuesta: Por lo que conozco a Enrique, diría que todo ha acabado aquí, al menos durante unos cuantos años, pero… ¿no he escrito yo mismo que es el artista más imprevisible del mundo? Desde luego, sólo él lo sabe, o tal vez ni él mismo lo sepa.
Según palabras de Nacho Royo, parece ser que Bunbury ya tiene el esqueleto de lo que será su próximo disco en solitario que planea sacar para finales del verano del año que viene. ¿Ha llegado Bunbury a comentarte que es lo que le gustaría hacer?
Respuesta: Alguna vez me habló de sus canciones. Entre otras cosas, me comentó que le gustaría hacer un disco redondo, desde la primera hasta la última canción, que era su deuda pendiente. Hacer un disco de canciones de rock en que todos los temas pudieran convertirse en clásicos. Lo que tenía claro era que si había disuelto el Huracán Ambulante era porque estaba cansado de su sonoridad, así que yo preveo una vuelta hacia sonidos más rockeros, tal vez de cantautor rockero. Creo que va a ser un disco que gustará a aquellos que le siguieron en solitario y a sus fans de Héroes. (Basta que imagine algo así para que sea todo lo contrario!)
A partir de ahora, ¿cuál es tu próximo proyecto a realizar?
Respuesta: Estoy escribiendo un libro de relatos de ficción cuyo nexo en común es la música y el sexo. También me gustaría traducir al español “Vampiria Sound” (Rosa dels Vents, 2004), mi novela de asesinatos ambientada en el mundo de la música y lleno de referencias al mundo de los vampiros, que es algo que me apasiona.
Y para terminar, la pregunta que todos nos hacemos: ¿Tienes intención de continuar ampliando la biografía de Bunbury?
Respuesta: No es mi idea. Pero yo también soy imprevisible…
“Enrique Bunbury. Lo demás es silencio” está editado por Plaza & Janes.
Más información: http://www.mysace.com/pepblay
Entrevista: Juan Garrancho
Foto: SusanQ
¿Cómo surgió la idea de realizar una biografía dedicada a Bunbury y por qué, de entre todos los artistas españoles que hay, lo elegiste a él?
Respuesta: Tras la buena acogida tanto de ventas como de crítica literaria de mis biografías de artistas catalanes como Sopa de Cabra o Els Pets, sugerí yo mismo a mi editora de Random House Mondadori que deseaba atreverme con Bunbury. Le conozco personalmente, le he seguido y admiro su obra. Aunque el periodismo musical es el trabajo que me ha dado de comer durante casi veinte años, siempre he tenido vocación de escritor. Y de los artistas que mejor conozco como para escribir un libro, no hay duda alguna que el que ha tenido una vida más literaria es Enrique.
Según cuentas en el libro, conociste a Bunbury jugando al billar. ¿Podrías contarnos como fue ese momento y que impresión te causó?
Respuesta: Pura casualidad. Fue en el local de Barcelona Abaixadors 10, donde yo tenía que ofrecer un recital de poesía. Allí me encontré con mi amigo Morti, que me presentó a Enrique justo en el momento que estaba jugando al billar con Carlos Ann. Me invitó a añadirme mientras hablábamos de poesía, música y arte, pero puedo asegurar que esa partida no pasará a la historia del billar, precisamente. Por mi parte, mejor dedicarme a la poesía, sin duda. En cambio, me sorprendió positivamente la conversación brillante de Enrique y sus conocimientos de literatura que, para un filólogo de universidad como yo, me parecieron propios de un auténtico devorador de libros. Melómano casi enfermizo, descubrí que sabía de todo tipo de música más que la gran mayoría de periodistas de este país. Me sorprendió su mentalidad tan abierta a todo tipo de estilos y de culturas del mundo entero, y que conociera bien e incluso se mostrara un admirador de cantantes en catalán como Adrià Puntí y Lluís Llach. Era un tipo que sabía de todo, o casi todo.
A través de tu libro realizas un viaje no solo a través de la vida y obra de Bunbury, sino un viaje personal en el que acompañas al artista durante una gira por México o en diferentes momentos de su trabajo, incluso lo visitas en su casa de el Puerto de Santa María en Cádiz. A la hora de plantearte escribir esta biografía, ¿esperabas llegar a todos los sitios en los que has estado o por el contrario fueron surgiendo a medida que ibas avanzando el contenido del libro?
Respuesta: Por supuesto, contaba con pasar por Zaragoza. Imprescindible para entender su vida y su obra. También, por sus experiencias y amistades con Bushido y sus grabaciones en los estudios catalanes de Music Lan, por Barcelona. Madrid entraba en mis planes, sobre todo porque tenía en la cabeza una obsesión por hablar con Pito, el primer manager, estaba convencido que me daría pistas alrededor de sus inicios que ni el mismo Enrique recordaría. Lo que fue una auténtica improvisación, tal y como se relata en el libro, fue la locura de seguirlo de gira en México. Prácticamente de una semana a otra! Visto con la perspectiva del tiempo, ahora tengo claro que fue mi mejor inversión para la biografía: allí le conocí mejor como persona y entendí mejor su carácter y, por tanto, sus reacciones ante las situaciones que se ha encontrado en su carrera. Lo de Puerto de Santa María fue la guinda final. Tampoco estaba planeado, pero ante la posibilidad de hablar con Enrique en su casa y, teniendo en cuenta que a mí me encanta la belleza y la calma de la costa de Cádiz, resultó el lugar idóneo para terminar de construir la biografía.
A parte de abrirte las puertas de su casa e invitarte a acompañarle en su gira por México, ¿en qué más se ha implicado Bunbury en tu libro?
Respuesta: En algo importantísimo: poner a mi servicio su oficina de management para que me abriera las puertas a todas las personas con las que quisiera hablar. Por supuesto, todas estas personas hablaron conmigo con más confianza que con cualquier otro periodista porque contaba con el beneplácito de Enrique. Sus padres, sus amigos íntimos, sus músicos más cercanos, sus mánagers…
Lo que sí está claro, y más tratándose de Bunbury, es que a medida que se escriben las páginas de su vida es difícil prever cual va a ser su siguiente movimiento. ¿Qué fue lo más difícil a la hora de escribir el libro?
Respuesta: Probablemente, encontrar el equilibrio justo para describir con el máximo de objetividad las decisiones difíciles que ha tomado Enrique en su carrera y sus consecuencias, como la disolución de Héroes y el Huracán Ambulante. Nunca quise hacer una hagiografía (vida de santos), sino una biografía, con sus luces y claroscuros.
¿Hubo algún momento en el que pensaste abandonar el proyecto?
Respuesta: No, pero debo reconocer que lo abandoné temporalmente en dos ocasiones: una, por aceptar un trabajo como guionista de un programa de viajes para televisión, que me pareció una oportunidad única; la otra fue más dura, rompí mi relación de pareja, con la cual me unían, entre otras cosas, nuestras preferencias musicales, y de una manera especial las canciones de Bunbury. Me costó muchos meses volver a escuchar "El viaje a ninguna parte”, y aún ahora me resulta difícil.
A lo largo del libro entrevistas a algunas de las personas que están o han estado relacionadas de alguna forma con Bunbury. ¿A quién te hubiera gustado entrevistar y no has podido?
Respuesta: Por supuesto, a Juan Valdivia, guitarrista de Héroes, y a Tomás Mateo, manager de la primera época de Bunbury en solitario. Los dos me justificaron su no participación por razones personales que me parecieron perfectamente respetables.
¿Y quien ha sido la persona que más te ha impactado con sus testimonios?
Respuesta: Phil Manzanera y Pito, el primer manager. Con Phil entendí perfectamente la manera de grabar que tenían Héroes, su comportamiento en el estudio y las diferencias musicales y artísticas que llevaron al grupo a su disolución. Con Pito, que formaba un tándem muy unido con Enrique, entendí las diferencias personales y de carácter entre Enrique y los demás Héroes, a parte de aportar algunas anécdotas muy esclarecedoras.
¿Ha habido algún capítulo que por falta de espacio no has podido publicar y te hubiera gustado hacerlo? Vamos, alguna anécdota que no aparezca en el libro...
Respuesta: No. Ahora mismo, no me acuerdo. Si realmente hubiera algo importante que dejé en el tintero, me acordaría, ¿no? Creo que 475 páginas de biografía son la prueba que lo he escrito todo lo que merece la pena contar.
¿Qué sentiste cuando después de todo el trabajo que has realizado, al fin viste publicado tu libro?
Respuesta: Grité de emoción. ¡Estaba tan feliz! Adoro los libros, mi casa está llena. Pero ese, llevaba mi nombre. Y junto a él, el de Bunbury, vaya, todo un lujo. Además, como objeto, me gustó mucho, es de ese tipo de libros que apetece leer, releer, manosear, escribir notas, subrayar... ese libro de cabecera que puedes llevar contigo a todas partes.
Tu libro lleva casi dos meses en la calle y está teniendo muy buena aceptación tanto por parte del público como de la crítica. ¿Cuál es tu valoración final?
Respuesta: Sólo puedo decir que en el momento que lo escribí fue el mejor libro que supe hacer sobre Bunbury. Cualquier defecto que le encuentre el lector no responde a ninguna otra razón que a mis incapacidades. Mejor no supe. Por eso estoy satisfecho, porque le saqué el máximo de jugo a mis posibilidades como biógrafo y como escritor.
Incluso has contado con la aprobación de Bunbury en el resultado final. ¿Cuáles han sido sus palabras ante tu trabajo?
Respuesta: Ese fue el SMS que me envió al día siguiente de recibirlo: “He pasado toda la noche leyéndolo hasta acabarlo. Me emocioné, reí y hasta lloré”. Viniendo de Enrique, reacio a leer nada que tenga que ver con él y enemigo de toda muestra de adulación, mejor reacción imposible. Di un salto de alegría que…
Tú que has conocido a Bunbury tanto artística como personalmente, ¿cómo lo describirías?
Respuesta: Inteligente, conversador, brillante, observador. Escucha más que habla y cuando habla lo hace con argumentos. Transversal, renacentista, amplio de miras y, aunque es melómano y sus pensamientos los muestra a través de música, sus influencias también provienen de la poesía, la filosofía, la política, el cine, el arte… Profesional, disciplinado y, ante todo, exigente. Es tan extremadamente exigente consigo mismo que se permite serlo con los demás. Está obsesionado por la calidad. Y por supuesto, un luchador para ser Bunbury con plena libertad, que ha evitado en todo lo posible traicionarse como persona y como artista.
Creo que tu libro engancha desde el principio porque está narrado casi como si fuera una novela, dando saltos y entrelazando acontecimientos que finalmente le dan un sentido a todo. Hace tiempo hubo rumores sobre llevar al cine la historia de Héroes del silencio. ¿Crees que tu libro podría ser una buena referencia para hacer realidad el sueño de ver la vida de Bunbury a través de las grandes pantallas?
Respuesta: Ya me gustaría, ya… Pero humildemente, un libro es un libro. Y un buen guión para una peli, mejor que tenga un planteamiento cinematográfico desde el principio.
Para quien no lo haya comprado todavía, ¿qué le dirías para convencerle?
Respuesta: Bunbury es un personaje de novela: te guste o no te guste su obra, su biografía es una historia apasionante con momentos de gran dramatismo épico: cielos, infiernos, glorias, decepciones, baños de masas, momentos de soledad, triunfos, desapariciones, poesía, sentimientos, amor y desamor...
También has colaborado junto a Bunbury en la versión que grabó de Sopa de cabra “Vida”. ¿Cómo surgió esta colaboración?
Respuesta: Como biógrafo de Sopa de Cabra, el grupo que a finales de los ochenta revolucionó el panorama del rock en lengua catalana (los Tequila catalanes, para entendernos), me encargué de coordinar un disco homenaje cinco años después de su disolución. Aunque Bunbury no les conocía a fondo como Puntí o Llach, sí que eran contemporáneos suyos y yo sabía su sensibilidad por la buena música de todas las culturas del mundo, sin prejuicios lingüísticos, especialmente por aquellos que lo han dado todo por el rock and roll. Así que le sugerí la posibilidad de colaborar en el disco. Curiosamente, se dedicó a escuchar los temas que Sopa de Cabra había escrito en castellano, pero al final optó por versionar uno que estaba escrito en catalán. Decía que en su lengua eran mucho más buenos. Recuerdo su comentario sobre el reconocimiento europeo de Héroes sin tener que cantar en inglés, sino en su propio idioma, en el que mejor expresa sus sentimientos: el español. El rock nace del alma y no para vender el alma, decía.
La aparición de “Lo demás es silencio” ha coincidido también con la publicación de otros dos libros: “El sueño de un destino” de Matías Uribe y “Antes de ser Héroes” de Michel Royo. ¿Has tenido oportunidad de leer estos libros? ¿Qué te han parecido?
Respuesta: Por supuesto que los he leído. Cada uno me ha dado motivos para comprarlo. El de Matías ofrece esa visión de Héroes que tiene aquel sabio que desde los inicios tuvo tan claro que iban a triunfar, que se los hizo casi como algo propio. Lo vive verdaderamente como algo suyo. El de Michel es muy curioso porque permite conocer ese ambiente tan especial a nivel cultural y musical que vivió Zaragoza en los ochenta, ese foco en el que se gestó Héroes. A nivel gráfico, me parecen los dos excelentes. Las fotografías de Clos en “Antes de ser Héroes” son fantásticas.
Ahora me gustaría que me dieras tu opinión sobre Héroes del silencio. ¿Dónde y cuándo fue la primera vez que los viste en concierto? ¿Qué impresión te causaron?
Respuesta: Creo que fue en Reus, en la gira de “Senderos de traición”, aunque en mi memoria está algo turbio. Estuve en alguno más de los inicios, pero si de alguno me acuerdo claramente fue el de la gira de “El espíritu del vino” en el Palau d’Esports de Barcelona. Ahí aluciné con la puesta en escena, especialmente por el saber estar de Bunbury. Nunca había visto una auténtica estrella del rock and roll español como él. Me gustaba la planta de Loquillo, la fuerza emocional de Santiago Auserón con Radio Futura, la estética oscura de Alaska… pero si había alguna estrella de rock de talla internacional, ese era Enrique. Ahí me di cuenta de la fuerza de su directo. Había espectáculo, algo que siempre he agradecido en los conciertos. Entonces me parecían mucho mejores en el escenario que en disco. Tengo que confesar que no me gustaba el exceso de devaneos vocales de Enrique, me parecía que exageraba su voz mucho más de lo que le hacía falta. Me parecía un poseso de su voz y de su personaje. Creo que con el tiempo aprendió a dominar mucho mejor su manera de cantar tan particular. También recuerdo que me parecía espeso “El espíritu del vino”, a mí me iban canciones como “Maldito duende”… Y sobre todo, me acuerdo de los comentarios ácidos que hacían otros periodistas musicales en la barra del bar. Realmente, por los motivos que sean (los intento resolver en mi biografía), la crítica musical de Barcelona y de Madrid les tenían auténtica tirria. Ahora me parece extraño...
¿Qué crees que han aportado Héroes del silencio al panorama musical no solo nacional, sino internacional?
Respuesta: Auténtico rock, lleno de sentimiento. Una estética anglo con una visión poética hispana. Significaron un ejemplo más del éxito de esa fórmula sencilla de cuarteto con voz, guitarra, bajo y batería que, si está hecha por músicos con personalidad propia y con un front-man único, como los U2 o Metallica, tiene todos los puntos para triunfar. Y la voz de Bunbury tiene un sello inconfundible, es esa marca de Héroes que les hace reconocibles al instante suenen donde suenen, en cualquier rincón del mundo.
¿Qué te ha parecido la vuelta a los escenarios de este año?
Respuesta: Brillante. Valió la pena. Yo era muy escéptico, desconfiaba. Hacía demasiados años que no tocaban juntos. Veía a Enrique desde un punto de vista profesional demasiado por encima de los demás, puesto que él había seguido al pie del cañón, prolífico e incansable durante diez años –una cifra muy grande para determinar la experiencia en cualquier profesión, sea la que sea–. Sabía que por motivos económicos no era, puesto que a Enrique nunca le ha faltado de nada, sino todo lo contrario. Pero para mi reflotar el pasado era una equivocación. Héroes estaban bien allá donde estaban, en un rincón de culto de la memoria colectiva. Afortunadamente, me equivocé. Insisto, el resultado fue sensacional, a la altura de los grandes shows de U2 o los Stones. He visto muchos revivals, y puedo asegurar que la gran mayoría son un fiasco. A Sting sólo le faltaba enseñar las cifras de su contrato al público durante sus conciertos de Police…
¿Ves posible una nueva vuelta en un futuro cercano, o crees que todo ha acabado aquí?
Respuesta: Por lo que conozco a Enrique, diría que todo ha acabado aquí, al menos durante unos cuantos años, pero… ¿no he escrito yo mismo que es el artista más imprevisible del mundo? Desde luego, sólo él lo sabe, o tal vez ni él mismo lo sepa.
Según palabras de Nacho Royo, parece ser que Bunbury ya tiene el esqueleto de lo que será su próximo disco en solitario que planea sacar para finales del verano del año que viene. ¿Ha llegado Bunbury a comentarte que es lo que le gustaría hacer?
Respuesta: Alguna vez me habló de sus canciones. Entre otras cosas, me comentó que le gustaría hacer un disco redondo, desde la primera hasta la última canción, que era su deuda pendiente. Hacer un disco de canciones de rock en que todos los temas pudieran convertirse en clásicos. Lo que tenía claro era que si había disuelto el Huracán Ambulante era porque estaba cansado de su sonoridad, así que yo preveo una vuelta hacia sonidos más rockeros, tal vez de cantautor rockero. Creo que va a ser un disco que gustará a aquellos que le siguieron en solitario y a sus fans de Héroes. (Basta que imagine algo así para que sea todo lo contrario!)
A partir de ahora, ¿cuál es tu próximo proyecto a realizar?
Respuesta: Estoy escribiendo un libro de relatos de ficción cuyo nexo en común es la música y el sexo. También me gustaría traducir al español “Vampiria Sound” (Rosa dels Vents, 2004), mi novela de asesinatos ambientada en el mundo de la música y lleno de referencias al mundo de los vampiros, que es algo que me apasiona.
Y para terminar, la pregunta que todos nos hacemos: ¿Tienes intención de continuar ampliando la biografía de Bunbury?
Respuesta: No es mi idea. Pero yo también soy imprevisible…
“Enrique Bunbury. Lo demás es silencio” está editado por Plaza & Janes.
Más información: http://www.mysace.com/pepblay
Entrevista: Juan Garrancho
Foto: SusanQ